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Rey de Socos

jueves, 1 de agosto de 2013

QUÉ FRÍO

Llega el invierno y sacamos del clóset, con olor a naftalina, los sweaters, camisas leñador de franela,  poleras manga larga, impermeable, mitones, botas y todo lo que sea necesario para salir forrados como momia egipcia. Sabemos lo que viene: frío, lluvia y nieve, gente en el Metro, micro o colectivos, con olor a perro mojado y tosiendo como burro tísico, los charcos, inundaciones, desbordamientos de ríos, cortes de luz, agua, gas y, como todos los años, las autoridades expresan, con su mejor rostro, en la TV: …”todo está bajo control, estamos haciendo todos los esfuerzos para solucionar la emergencia”
Cuando llega la onda polar, con su repentino, agudo e inhumano descenso de temperatura, se nos congela la sinapsis, las buenas intenciones y los malos pensamientos. Y, obvio, nos quejamos:

- Pucha que hace frío, oh. 
- No me dan ni ganas de salir de la cama. 
- Ando acolchado: calzoncillos largos, pantalón de cotelé, camiseta, medias de lana, botas de cuero, bufanda, guantes y pasamontañas, sólo me falta el trineo y los perros para parecer esquimal de bajo presupuesto.
- Es que ya no se soporta, puh socio. 
- Tengo una acidez estomacal de la patada por tomar tanto café y no pasa ná, sigo cagao de frío.
- Oye, si en la mañana, en mi calle había escarcha. 
- Las cañerías de agua, en mi casa, estaban congeladas.
- Las patas no se me abrigan con ná y ando con dos pares de calcetas de lana, compadre.

También sacamos, del cuarto de los cachureos: la estufa, el paraguas, el guatero y viene la pregunta del millón: ¿Cómo calentamos la casa, que está más fría que iglú con la puerta abierta? Si es con electricidad, el medidor gira a 1000 rpm, o sea, es cara la cuestión, si a gas, aparte del monóxido de carbono, los vidrios de las ventanas sudan como caballo de cochero, si a parafina, el olor es insoportable, aunque pongas encima una cacerola con agua y cascarita de naranja seca, como decía mi abuela, y si enciendes leña o carbón en un bracero, salamandra o chimenea, eres un inconsciente, antiecológico y criminal que contamina el medio ambiente, y lo que habría que hacer contigo es meterte preso, para que te cagues de frío en un calabozo…entonces, ¿qué hacemos?...Algunos proponen calentar ladrillos o maceteros, un radiador de aceite o  energía solar, pero, algo hay que hacer, sea caro, peligroso o contaminante, porque el frío no se aguanta.
En estos días de intenso frío, perdonamos al verano, por lo que nos hizo en febrero, y le pedimos que regrese, que ya nos olvidamos, que demos vuelta la página, pero que vuelva, por favor, porque estamos en concierto de mandíbulas día y noche.
Al desprestigiado invierno, aunque cueste, le podemos encontrar su lado positivo:

   -Tomamos sopita, caldillo de congrio, curanto con chapalele y paila marina.
   - Los porotos con rienda, las lentejas y los garbanzos, todo con pebre, nos caen de maravilla.
   - La lluvia limpia la atmósfera contaminada por el smog.
   - Hay nieve en la cordillera y  nos vamos un fin de semana a esquiar o, por último, a tirarnos en el “Potogán”, guarda abajo con una bolsa de basura en el poto.
   - Comemos sopaipillas,  picarones y castañas.
   - Bebemos vino navegado.
  - En la familia se produce el efecto “achoclonamiento” y nos entretenemos con distintos juegos de azar.
    - Los profes y los cabros de porquería tienen vacaciones, cortas, pero descansan un poco.
    - Disfrutamos una buena taza de leche con chocolate caliente.
    - En la cama, tu mujer se te pega como sanguijuela y valora el guatero con uñas.

Paciencia, mis diaguitas, no desesperemos, que a la vuelta de la esquina está la primavera con un clima agradable, flores silvestres y pajaritos nuevos.
Y estaremos lamentándonos porque pasamos todo el día estornudando por la maldita alergia al polen. Así somos, por bien o por mal, siempre nos quejamos.
No puedo seguir escribiendo…las manos se me pusieron azules. Otro cafecito cortado, por fa… ¡Que frío, por la cresta!