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Rey de Socos

lunes, 18 de noviembre de 2013

TALABARTERÍA



La palabra deriva de talabarte: cincha, cinturón o correa de cuero, utilizada, antiguamente, por los soldados, para portar la espada, el sable o los cartuchos; la que también se conoce como guarnición.
La talabartería o guarnicionería, es el arte, milenario, que define la elaboración de artículos de cuero; palabra que también identifica a los establecimientos que ofrecen accesorios ecuestres, marroquinería y una amplia variedad de artículos afines.
La materia prima del talabartero es el cuero, obtenido de la capa de tejido que recubre a los animales, que tiene propiedades de resistencia y flexibilidad apropiadas para su manipulación y posterior fabricación de los artículos.
Esta piel es separada, cuidadosamente, del cuerpo del animal, eliminándole el pelo o lana (salvo en los casos en que se quiera conservar esta cobertura pilosa en el resultado final) y, posteriormente, es sometida a un proceso de curtido, que consiste en remojarlo con agua, sal y piedra lumbre, con el objeto ablandar y, posteriormente, eliminar restos de carne o grasa, para dejarlo totalmente limpio y evitar su descomposición.
Según los entendidos, la piel de cualquier animal es factible de utilizar para estos fines, pero, los más usados son: bovinos, caprinos, porcinos, equinos, aves, reptiles y peces.
Uno de los artículos emblemáticos de los talabarteros es la montura, que ya casi no se utiliza, porque los campesinos han reemplazado el caballo por  la moto, pero, hay corraleros, agricultores y  miembros de clubes de huasos, que aún conservan la tradición de ir montados a caballo.
Las primeras monturas aparecen hace unos 4.000 años, cuando se colocaban trozos de cuero sobre el lomo del caballo, para que sirviera de amortiguación y evitar el roce directo con el animal, especialmente en viajes, cabalgatas o batallas.
Con el tiempo, estos simples paños de cuero se fabricaron mucho más elaborados, y ya en el año 700 aC, los guerreros asirios cabalgaban en monturas mejoradas e incluso decoradas. En lo que hoy es Siberia, para el 500 aC, ya se usaban monturas acolchadas que combinaban diferentes materiales. Para el 200 aC, en Asia surge la montura con marco de madera, distribuyendo mejor el peso del jinete sobre el caballo. O sea, estamos hablando de un arte literalmente milenario.
Aparte de las monturas y todos los accesorios ecuestres, como fustas y estribos, en los locales de talabartería podemos encontrar: carteras, porta documentos, correas para relojes, monederos, cartucheras, lazos, cinturones, calzado y vestimentas típicas.