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Rey de Socos

sábado, 30 de mayo de 2009

ESPECIES EN EXTINCIÓN I


TELEGRAMAS: Su redacción era muy particular, generalmente exenta de artículos, porque se cobraba por palabra. Definitivamente era otra cosa, dejaba una constancia, tenía valor de prueba, transportaba un mensaje personal y se guardaba de recuerdo. Algunos ejemplos: “Va giro paga letra auto”, “Viajo tren miércoles llevo repuestos”, “Nació Felipe madre hijo bien saludos”, “Tía Rosa fallecida funerales mañana”, “Felicidades cumpleaños besos abrazos queremos mucho”, “Operación bien alta viernes viajamos sábado”.

PADRINO CACHO: La palabra “cacho” significa cicatero, poco generoso. También “un cacho” es un problema, una obligación y, en otra acepción: un pedazo, una porción. Para el bautizo de una guagua, se elije al compadre por su generosidad y la posibilidad de criar al ahijado si los padres fallecieran. Este personaje ha desaparecido de nuestras fiestas bautismales. Lo que los niños quieren decir cuando gritan a coro en las afueras de la Iglesia: “¡Padrino cacho, padrino cacho!”, es: “Padrino cagao, no seai amarrete, tira más monedas, poh”.

CARTAS: Ya nadie escribe cartas ni manda postales ni tarjetas de Navidad escritas a mano. Se perdió la magia de escuchar al “Coscacho” Morales con su silbido en nuestra puerta, anunciando que traía correspondencia en su bolso de cuero. Teníamos servicio por tierra y aéreo (que era más caro, obvio). Las cartas por avión se escribían en un papel de seda, casi transparente, porque es más liviano y los sobres estaban impresos con una cinta tricolor en los bordes. Las románticas escribían sus cartas de amor en esquelas, que eran papeles de color, incluso le ponían unas gotas de perfume. Tal como el telegrama, la carta se guardaba y se leía como chorrocientas mil veces.

PLATO UNICO: Era una cena organizada para algún beneficio. Se vendía una tarjeta a un precio módico, que daba derecho a consumir un determinado plato de comida (que, la mayoría de las veces, era pollo arvejado con arroz). Las bebidas se pagaban aparte y se disfrutaba de un espectáculo humorístico o de las canciones de algún conjunto folklórico y, además, uno se podía pegar un chalupeo cumbiambero, trote de chancho o guaracha. Estaba destinado a un público adulto.
Con, casi, las mismas características y motivaciones, era el TÉ de beneficio. La diferencia es que se hacía a la hora de onces y se comía queque, galletas, torta y canapés, acompañado de leche con chocolate más caliente que la cresta. Por supuesto, el público era, mayoritariamente, infantil.

VELADAS: Era una actividad artística con la que se finalizaba el año escolar de las Escuelas primarias y se realizaba en el Teatro Nacional o el Cervantes. Para ello, con meses de anticipación, comenzaba el tema de los ensayos y a preparar un número por curso. Para la ocasión, se seleccionaban las mejores obras que se habían presentado para el día del Maestro (que era el 11 de septiembre), porque tenían el mérito de haber sido preparadas sólo por los alumnos. El programa era bien variado: fono mímica, bailes, coreografías, una pequeña obra de teatro y algunos sketchs humorísticos.

FUENTE DE SODA: El nombre tiene un origen poco claro, aunque generalmente se acepta que provendría del Inglés “Soda Fountain” (un local que expendía bebidas). Sin embargo la masificación del concepto, hace irrelevante la búsqueda de un origen. Era un local donde se ofrecía, principalmente, agua con burbujas (producidas por el gas carbónico) con sabores (llamados refrescos, hoy gaseosas), comidas, emparedados, dulces, helados y cervezas. Muy popular en los años 60, era el lugar en donde se podía descansar, comer y divertirse. Estaba provisto de un mesón grande con un mueble detrás que exhibía las bebidas con un fondo de espejo, un pick up (de esos en los que se colocaban varios long play a la vez), algunos taburetes en la barra y mesas con sus respectivas sillas de totora. Era rico disfrutar allí, a la hora de onces, de una tortilla de chicharrones, con mantequilla, queso y mortadela, acompañado de una buena taza de té con leche. En el patio, se fabricaba un cielo raso con guirnaldas de papel de volantín de variados diseños y colores, que, en las Fiestas patrias, eran reemplazadas por banderitas chilenas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que prodigiosa memoria y creatividad tienes, un saludo a nuestro gran amigo Luis Guillermo Barrios Riquelme. con mucho afecto.


René Y María Cecilia.

DIAGUITA dijo...

René, mi gran amigo:
Gracias por postear. Espero que podamos vernos pronto; viajo a Chile en julio, los llamaré. Un abrazo desde este lado de la cordillera. Besos para la "Chica".
Memo