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Rey de Socos

sábado, 1 de septiembre de 2012

HIPPIES (I)


If you're going to San Francisco, be sure to wear some flowers in your hair…
Si vas a San Francisco, asegúrate de lucir algunas flores en tu cabello…

Así comienza un exitoso tema musical de los 60’s, compuesto por John Phillips (1935-2001), integrante del grupo “The Mamas and the Papas”, interpretado por Scott McKenzie (1939-2012), considerado un himno para una generación que escandalizó a la sociedad estadounidense, dejándose crecer el pelo y la barba, vistiendo ropa nativa americana, india o africana de colores desteñidos, pantalones floreados “pata de elefante” y calzando sandalias hasta en invierno.
Surgen como un movimiento contracultural, libertario y pacifista. 
Revalorizan las culturas ancestrales y abrazan el indigenismo, por eso es que se llenan de collares, cintillos y polleras largas. 
Producen un cambio en la música, el diseño, la gráfica y la postura frente a la vida, considerando que el sistema capitalista, el militarismo y la regulación estatal son, esencialmente, opresivos.
Defienden y protegen la flora y la fauna, lo que sintetizan con íconos de flores y aves. Se concentran en festivales al aire libre, escuchando, componiendo y cantando canciones con mensajes antibelicistas y ecológicos, rechazando el consumismo, la guerra de Vietnam en particular y el racismo.
Se alejan de las urbes viviendo en comunidades, en contacto con la naturaleza y circulan con sus desvencijados vehículos saturados de coloridos, originales y floridos diseños, en donde siempre destaca su símbolo de la paz: un círculo con una Y invertida, que representa la pata de un ave, que, en su origen, es interpretada como una postura pro-desarme nuclear.
Consumen marihuana, anfetaminas y alucinógenos como el LSD y otros estimulantes, con la finalidad de escapar de la cruda realidad y alcanzar estados alterados de conciencia. 
Optan por una vida austera, ya sea por motivaciones espirituales, religiosas, políticas y/o ecológicas. Proponen la paz y el amor libre con los dedos en V. En definitiva, tienen la voluntad de producir una profunda transformación social.
El periodista Michael Fallon, del periódico “The San Francisco Examiner”, en su edición del 6 de septiembre de 1965, los llama, por primera vez: HIPPIES, palabra que proviene del inglés Hip, que se traduce como “popular, de moda”, del que deriva Hipster: “vanguardista”, que, en otra acepción, se traduce como “pantalones de tiro largo”, lo que, literalmente es, llevar los pantalones a la altura de la cadera; en chileno: en la punta del poto.
Posteriores a la generación Beat (bohemios, cínicos, amantes de la filosofía existencialista y vestidos de negro riguroso) los Hippies tienen una actitud más positiva, ecológica, pacifista y de indumentaria multicolor. Para ambos grupos, su tierra santa es San Francisco, California.
Para los conservadores WASP (White-Anglo-Saxon-Protestant: Blanco-Anglosajón-Protestante = raza y religión ideal de los norteamericanos) constituyó un escándalo ver a estos chascones consumiendo drogas, practicando sexo hedonista, sin credos e improductivos. 
Les rompen los esquemas y consideran que los cabellos largos son una ofensa a la estética tradicional militarizada, además de anti-higiénicos. El entonces Gobernador de California, Ronald Reagan, los define así: “Un Hippie es un tipo con el pelo como Tarzán, que camina como Jane y huele como Chita”.
Si hubo un hecho que marcó un hito y la cúspide del movimiento es, sin duda, el famoso Festival de Woodstock (3 days of peace & music), que tuvo lugar en una granja de Bethel, Nueva York, los días 15, 16, 17 y la madrugada del 18 de agosto de 1969. 
Se congregaron cerca de medio millón de jóvenes a vivir un espectáculo musical en el que se presentaron solistas y bandas afines como: Joan Báez; Crosby, Stills, Nash y Young; The Who; Janis Joplin; Jimi Hendrix; Sly and the Family Stone; Jefferson Airplane, Joe Cocker y Santana, entre otros.
Nunca tuvieron un líder. Los medios de comunicación les dan cobertura internacional y surgen grupos en todo el mundo, imitando su filosofía, indumentaria y forma de vida.

"Sin el hippismo, hoy no tendríamos incorporadas a nuestras vidas el yoga y otras disciplinas orientales; el ideal de la alimentación sana; de una mayor libertad sexual y una actitud crítica permanente hacia los políticos. Tampoco existirían entidades como Greenpeace, Amnesty International o Médicos sin Fronteras"                           Pipo Lernoud

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