Cuando, en los 70s, leí los resultados de la PAA en El Mercurio, comprobando que había quedado en la Chile y en la carrera que había elegido, di un alarido que se escuchó en todo el barrio. Abracé esquizofrénico a todos en mi familia, celebré con mis amigos y me fui, radiante, a La Serena, a matricularme.
Me convertí en estudiante universitario y en un ovallino más que debía dejar la Perla del Limarí junto a mis vivencias en el Politécnico, en mi barrio y a mis amigos de la Villalón, para ir a vivir la inolvidable experiencia de ser “Mechón”, apodo que es sinónimo de: pollo despistado, novato, niñito que no sabe nada, pailón, hijito de la mamá en destete, pavo que se creyó inteligente en la enseñanza media y otros tantos apelativos que uno se gana cuando aparece por los pasillos de la Casa de Bello con una delatora facha de secundario, una morrocotuda cantidad de documentos, cuadernos nuevos, fotos, y un carné universitario recién plastificado.
En esos años se usaba el pelo moderadamente largo, lo “in” eran los jeans wrangler y unos chalecos tejidos a mano con lana gruesa, teñida irregularmente, botones de madera y una chicotera que se llevaba atada en el poto. Como la moda dice “yo también”, andábamos, casi todos, uniformados.
Recibimos una bienvenida inolvidable, sobre todo bromas pesadas, de nuestros compañeros de carrera de cursos superiores.
Elegimos a la Pina como candidata para nuestra "Semana mechona" y comenzamos a prepararnos para las competencias en: deporte, cantos, obra de teatro, sketchs, si no lo sabe no cante, competencia de rodados, gymkhanas, miss tanga, míster zunga, etc.
Ce ache i, chi, ele e, le, chi, chi, chi, le, le le, ¡Dibujantes de Chile!, era nuestro aguerrido grito. Casi todas las competencias se hacían de noche, en la Bombonera de la UTE.
En una de las pruebas, debíamos presentar una obra musical. Los incipientes dibujantes montamos una versión libre de la “Pérgola de las flores”, yo era re’fome, pero igual aparecí vendiendo diarios, desplegando toda mi capacidad histriónica para gritar “mercuuuuuurio diarioooooo!”; no quedé nominado al Oscar, pero me divertí como nunca y me cagué de frío, porque andaba a pata pelá.
Historia y Geografía presentó un genial montaje satírico del film “Jesus christ Superstar”; la titularon “Mechón Superstar”, y contaba la vida, pasión y expulsión de un mechón desde que llega a la U, todo despistado, toma cursos, comienza a ir a clases, almuerza en el casino, solicita crédito fiscal (no se lo dan) y, cuento corto, al compadre le fue mal, reprobó todos los ramos y, obvio, fue expectorado de la Universidad…la obra finalizaba con la música del ….” Jesus christ, Jesus Christ, who are you, what have you sacrificed?….”, con un verso que decía: “Fue mechón, fue mechón, solo un año le duró…” a lo que el mechón (picado) respondía…”Entraré, entraré, el otro año a la UTE”…con la misma melodía.
Por supuesto que la obra ganó el concurso merecidamente y todos la aplaudimos, porque, realmente, fue muy creativa, entretenida y con un considerable buen humor.
La fiesta final, con reina mechona y chascona incluida, fue la ocasión de celebrar en serio nuestro ingreso a la educación superior y olvidarnos de todas la bromas pesadas que habíamos padecido; y claro, planear cómo vengarnos de los mechones que llegaran el próximo año.
Nuestras fiestas universitarias eran participativas, integradoras, con bromas simpáticas y competíamos sanamente. Te ganabas una disfonía de tanto grito pelao; te sacabas la cresta en un partido de básquetbol o en un escenario; pero triunfaba tu carrera, tu grupo, tus pares y, lo mejor de todo, te hacías de un millón de amigos.
Ser mechón dura poco. Luego de tu "Semana mechona", se acaba la diversión y comienzan los clásicos:
- En cuatro semanas tenemos prueba.
- Esta materia la doy por pasada.
- Deben leer, por lo menos, cien páginas de este libro para un control.
- Me entregan el trabajo escrito en dos semanas... en fin; la lista es larga…
- Porque la fiesta ya se acabó jóvenes, ahora deben estudiar.
Ser mechón fue entretenido, entrar a la Universidad es la mejor experiencia de los mejores años de tu vida…
“Egresado, Maestro, Estudiante, vibra entera la Universidad...”
Me convertí en estudiante universitario y en un ovallino más que debía dejar la Perla del Limarí junto a mis vivencias en el Politécnico, en mi barrio y a mis amigos de la Villalón, para ir a vivir la inolvidable experiencia de ser “Mechón”, apodo que es sinónimo de: pollo despistado, novato, niñito que no sabe nada, pailón, hijito de la mamá en destete, pavo que se creyó inteligente en la enseñanza media y otros tantos apelativos que uno se gana cuando aparece por los pasillos de la Casa de Bello con una delatora facha de secundario, una morrocotuda cantidad de documentos, cuadernos nuevos, fotos, y un carné universitario recién plastificado.
En esos años se usaba el pelo moderadamente largo, lo “in” eran los jeans wrangler y unos chalecos tejidos a mano con lana gruesa, teñida irregularmente, botones de madera y una chicotera que se llevaba atada en el poto. Como la moda dice “yo también”, andábamos, casi todos, uniformados.
Recibimos una bienvenida inolvidable, sobre todo bromas pesadas, de nuestros compañeros de carrera de cursos superiores.
Elegimos a la Pina como candidata para nuestra "Semana mechona" y comenzamos a prepararnos para las competencias en: deporte, cantos, obra de teatro, sketchs, si no lo sabe no cante, competencia de rodados, gymkhanas, miss tanga, míster zunga, etc.
Ce ache i, chi, ele e, le, chi, chi, chi, le, le le, ¡Dibujantes de Chile!, era nuestro aguerrido grito. Casi todas las competencias se hacían de noche, en la Bombonera de la UTE.
En una de las pruebas, debíamos presentar una obra musical. Los incipientes dibujantes montamos una versión libre de la “Pérgola de las flores”, yo era re’fome, pero igual aparecí vendiendo diarios, desplegando toda mi capacidad histriónica para gritar “mercuuuuuurio diarioooooo!”; no quedé nominado al Oscar, pero me divertí como nunca y me cagué de frío, porque andaba a pata pelá.
Historia y Geografía presentó un genial montaje satírico del film “Jesus christ Superstar”; la titularon “Mechón Superstar”, y contaba la vida, pasión y expulsión de un mechón desde que llega a la U, todo despistado, toma cursos, comienza a ir a clases, almuerza en el casino, solicita crédito fiscal (no se lo dan) y, cuento corto, al compadre le fue mal, reprobó todos los ramos y, obvio, fue expectorado de la Universidad…la obra finalizaba con la música del ….” Jesus christ, Jesus Christ, who are you, what have you sacrificed?….”, con un verso que decía: “Fue mechón, fue mechón, solo un año le duró…” a lo que el mechón (picado) respondía…”Entraré, entraré, el otro año a la UTE”…con la misma melodía.
Por supuesto que la obra ganó el concurso merecidamente y todos la aplaudimos, porque, realmente, fue muy creativa, entretenida y con un considerable buen humor.
La fiesta final, con reina mechona y chascona incluida, fue la ocasión de celebrar en serio nuestro ingreso a la educación superior y olvidarnos de todas la bromas pesadas que habíamos padecido; y claro, planear cómo vengarnos de los mechones que llegaran el próximo año.
Nuestras fiestas universitarias eran participativas, integradoras, con bromas simpáticas y competíamos sanamente. Te ganabas una disfonía de tanto grito pelao; te sacabas la cresta en un partido de básquetbol o en un escenario; pero triunfaba tu carrera, tu grupo, tus pares y, lo mejor de todo, te hacías de un millón de amigos.
Ser mechón dura poco. Luego de tu "Semana mechona", se acaba la diversión y comienzan los clásicos:
- En cuatro semanas tenemos prueba.
- Esta materia la doy por pasada.
- Deben leer, por lo menos, cien páginas de este libro para un control.
- Me entregan el trabajo escrito en dos semanas... en fin; la lista es larga…
- Porque la fiesta ya se acabó jóvenes, ahora deben estudiar.
Ser mechón fue entretenido, entrar a la Universidad es la mejor experiencia de los mejores años de tu vida…
“Egresado, Maestro, Estudiante, vibra entera la Universidad...”
1 comentario:
Este artículo está dedicado a mis queridos colegas Dibujantes de la Chile. Ojalá que en el 2009 podamos hacer que el grupo crezca en nuestras entretenidas y nostálgicas reuniones de compañeros de aquellos años. Bienvenido Pato Blanc...!
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